La parroquia es una comunidad de fieles construida de
modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral se encomienda a un
párroco como su pastor propio. La parroquia, legítimamente erigida tiene
personalidad jurídica de propio derecho. CDC 215.
La parroquia es la memoria del Señor donde
revivimos las acciones (sacramentos) que nos dejó con tanta ternura, sobre todo
la Eucaristía, donde se hace presente en medio de la comunidad. El gozo de
tenerle con nosotros, humilde como uno más.
La parroquia es un lugar de encuentro de tantas
generaciones, tantas personas mayores, con los niños, tantos padres que conviven
con nosotros, cada bautizo debe ser un encuentro cálido con el sacerdote que
les abre a una realidad maravillosa, cuanto debemos agradecer el haber optado
por personalizar nuestros bautismos, sabiendo muy bien por qué bautizamos, por qué
somos hijos de Dios, por qué rechazamos no ser un número más o celebrar
fríamente. La catequesis dominical de la parroquia, desde las 10:30 hasta las
12:45 es única y nuestra experiencia es muy valorada por todos, vale la pena en
esta sociedad de descarte y de todo a cien.
La parroquia es un encuentro de comunión, en un mundo
fragmentado: divisiones, conflictos, envidias. La comunión debe ser el gen
más importante, los cristianos lo llevamos en la sangre:
"Todos sabrán que sois discípulos míos, si os amáis los unos a los otros", Juan 13, 35.