Casarse en el Señor
Es uno de los sacramentos
más perfectos del Derecho de la Iglesia, quienes hemos disfrutado de la
transmisión de la fe de nuestros padres, del ejemplo de su fidelidad, de su
piedad y absoluta generosidad sabemos que se debe a este bellísimo sacramento
que hemos convertido muchas veces en espectáculo, en apariencias y
lo que es peor en mundanalidad. No siempre es así, hoy muchas parejas realizan
los cursos matrimoniales con mucha seriedad y toman muy en serio lo que hacen.
El matrimonio es un sacramento donde los esposos se entregan mutuamente, el sacramento
celebra el regalo hecho del Señor que promete siempre su ternura y su presencia
en el amor que se prometen.
Documentos
necesarios: certificados del bautismo, de la confirmación, y de haber realizado el curso prematrimonial. Los documentos deben llevarse a la parroquia
de la novia, o del lugar (Parroquia) donde van a residir o tienen ya su
residencia, lo lógico es casarse en sus parroquias y esto no desdice nada de la
dignidad del sacramento.
Proclamas a realizar, en las parroquias respectivas. Es
muy importante que el expediente matrimonial se haga con cierta seriedad con
los testigos un mero trámite. Para todos es un día muy hermoso ese día
que firman el documento.
Preguntas:
¿Se puede casar una persona
que no esté bautizada? Si, a condición que uno de ellos esté bautizado y
garantice la educación de sus hijos.
¿Importa si mi futuro
marido, o mujer, no es creyente? No es un problema, sería mejor elegir una
celebración sin la santa Misa para no comulgar. Un matrimonio sin comunión no
es un matrimonio de segunda categoría. Es más nos sorprende de la
ligereza con que muchos celebran la comunión sin saber casi nada de lo que
hacen.
¿Se pueden bautizar el
mismo día que se casan? Es posible, pero no recomendable, son dos sacramentos
diversos, no tienen el mismo significado, para esto, hablar como siempre con
sinceridad y ver todas las posibilidades.
Desde aquí, animaros a
celebrar este hermoso sacramento de mil formas pero siempre con la dignidad que
nos exige el Señor.
”El bautismo es un Sacramento
vital para un cristiano, nos incorpora a la Iglesia y nos hace Hijos de Dios”.
En primer lugar, debes
saber a qué comunidad parroquial perteneces, es en esa parroquia donde
te corresponde celebrar el bautismo. Eres un fiel, con todos los derechos
y obligaciones.
Si no estáis
casados por la Iglesia, debéis saber que no es impedimento para bautizar
a vuestros hijos pero también, que es incoherente por vuestra parte, si por
pereza o negligencia os dejáis guiar de las modas, aun teniendo un mínimo de fe,
para renunciar a un sacramento importantísimo como es el matrimonio. Lo
mejor es hablar con el sacerdote o con la persona de la comunidad que os recibe
en un diálogo sincero y abierto. En todo caso es importantísimo que alguna
persona de la familia se responsabilice de la educación cristiana y del
seguimiento en el camino de fe.
No se puede elegir
la parroquia que uno desee, porque es muy hermosa, porque se bautiza gente
importante o porque el cura es simpático, no es forma de proceder.
Si vives en nuestra
parroquia de san Julián, deseamos que nos avises al menos dos meses antes. Que
realices con nosotros, junto con los padrinos, un pequeño camino de
discernimiento en donde entre todos, nos sorprendamos de la riqueza de este
sacramento, ese camino suele ser beneficioso y muy humano para todos.
Si perteneces a
otra parroquia y deseas bautizar en ésta, es importante que hables con tu
párroco, seguro que comprenderá tus razones, de esta manera ya creas un vínculo
con tu parroquia.