El Papa Francisco se dirigía al convenio de Florencia en los siguientes
términos.
Con el Nuncio, trabajando con refugiados |
Una Iglesia que presenta estos trazos: Humildad, desinterés,
santidad, es una Iglesia que sabe reconocer la acción del Señor en el mundo, en
la cultura, en la vida cotidiana de la gente. Lo he dicho muchas veces y lo
repito al mundo: prefiero una Iglesia accidentada, herida y sucia por estar con
la gente en las calles y caminos del mundo que una Iglesia enferma por cerrarse
a si misma al egoísmo y al poder, a las propias seguridades, a la
comodidad...
Me gusta una Iglesia cercana que se haga piedras vivas entre los
hombres y mujeres de este mundo en donde están los imperfectos, los pobres y
abandonados, los que buscan al Señor, los que encontráis todos los día en
vuestros barrios y calles.
Deseo que la Iglesia sea alegre con características
de madre., que comprende, que acompañe y que os acaricie.
Por favor, soñar con
esta Iglesia.
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