martes, 5 de enero de 2016

San Julián, padre de Roces

Todas las comunidades cristianas del mundo tienen sus patronos, hombres y mujeres que alcanzaron la santidad y son puestos por la Iglesia como ejemplos a seguir y al mismo tiempo para obtener la protección del santo o santa. Nadie puede cambiar esa titularidad es sagrado desde el momento de la consagración de la Iglesia.

De nuestro Santo se sabe muy poco, lo que  sí  es cierto que fue un joven militar, que amaba a Jesús y que dio su vida por defender a otros cristianos, se sabe que fue un joven prudente, bueno, alegre y que llegó a la fe a través del ejemplo de los mártires romanos. Las leyendas son muy extensas y confusas, es mejor, quedarse con lo que interesa al pueblo cristiano actual. En nuestra parroquia la figura del santo es muy hermosa y la espada significa el martirio que sufrió. A él le pedimos ser valientes y buenos ciudadanos y defensores  del Evangelio.

 Que San Julián nos defienda y nos dé el coraje de luchar contra las tentaciones del poder, del orgullo y del dinero. Ruega por nosotros.

Celebramos su fiesta el domingo siguiente al 7 de enero (San Julián).

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